Los niños reciben instrucción moral basada en la Biblia. Los estudiantes sólo son recibidos a petición de sus padres o responsables. Las clases no se pueden realizar en la propiedad de la escuela; y a su vez no son apoyadas por la institución de ninguna manera.
Las clases normalmente duran menos de una hora con alrededor de 20 a 25 alumnos por sesión. Ellos reciben lecciones bíblicas, cantan alabanzas, memorizan versículos de la Biblia y realizan juegos en un ambiente centrado en Cristo.
A través de esta iniciativa, alrededor de 300 estudiantes expresaron su interés en ser salvos. Ya van 201 niños que recibieron a Cristo en sus corazones, y serán conectados con una iglesia local.